Me doy cuenta que cada día tengo la oportunidad de ser una mujer distinta: amar nuevos horizontes, sentir el mundo de forma diferente, dar mis caricias con originalidad, besar distinto, andar por rutas variadas, cambiar de rumbo.
Ya no me da miedo.
Hoy sé que soy el Universo conociéndose a sí mismo, y amándose en su multiplicidad.